De unos años a esta parte, los seguros ofrecen nuevas coberturas y servicios. Por ello, también puede ocurrir que nuestra póliza cubra aquello que no sabíamos y que hemos costeado de nuestro bolsillo.
Una de las primeras cuestiones que debes tener en cuenta a la hora de contratar tu póliza es la forma de aseguramiento del continente. Comprueba qué tipo de tasación tienen tus bienes, si se trata de valor de reposición o valor real. El valor de reposición equivale al valor actual del bien, mientras que el valor real es menor, porque entiende que ha sufrido una depreciación por el uso y el paso del tiempo.
Pasamos ahora a hablar del contenido. En él se deben contemplar las joyas y determinar cuáles se guardan en una caja fuerte y cuáles no. En este sentido, hay seguros que no incluyen este tipo de coberturas o que solo ofrecen un porcentaje o establecen un tope sobre el precio total.
Por otra parte, hay objetos que no son joyas, pero que tiene un valor especial (obras de arte, materiales especiales). En la nomenclatura de los seguros reciben el nombre de OVE (Objetos de Valor Especial). Aclara bien con tu aseguradora cómo vais a abordar la protección de estos bienes (si se incluyen en el contenido total o se aseguran aparte) y enumera con precisión aquellos que tengas en casa regularmente. Puedes aportar a la compañía tasaciones, fotografías o certificados, así como cuanta información adicional consideres para la mejor protección de los mismos.
Daños estéticos
Hay situaciones en las que el siniestro daña elementos de la vivienda que no pueden repararse (por su envergadura, por logística, porque usan materiales que no están ya disponibles, porque estéticamente no mantendría una armonía, etc...).
En ese caso, la aseguradora procederá a sustituir el elemento dañado en su totalidad. Por ejemplo, si una inundación daña parte del parqué de tu salón, no solo se reparará la zona afectada, sino que se levantará el suelo entero y se sustituirá por un parqué nuevo de iguales características. Estas coberturas suelen variar (cubren hasta un máximo o dentro de un porcentaje) y generalmente solo afectan al contenido (no al continente).
Daños eléctricos y atascos
Otra cosa que debes vigilar en tu cobertura es el daño eléctrico en tus aparatos. Existen límites de indemnización, exclusión por antigüedad o por precio (si el precio del enser dañado no supera un mínimo, no se incluye).
Fíjate en la cobertura de atascos: la mayoría de los seguros cubre los daños provocados por el atasco, pero no el propio atasco. Por eso, entérate de si tu póliza cubre el servicio de fontanería.
Vivir en un chalet
Si vives en una finca, chalet o unifamiliar, es muy probable que tengas jardín, porche o terraza. Los objetos que tengas al aire libre también puedes asegurarlos y las compañías suelen tener un importe máximo. Comprueba que estén protegidos ante daños atmosféricos y robo. Otro punto que debes observar es la protección de tus árboles y jardines frente a fenómenos atmosféricos. Algunos seguros ya ofrecen servicios de desescombro para este tipo de siniestros.
Otras coberturas
Existe una pléyade de coberturas no tan conocidas y que puedes consultar en este post de nuestro blog. Robos fuera de casa, cristales o vitrocerámicas rotas, daños que tu mascota pueda causar fuera de casa, usos fraudulentos de tarjetas de crédito, servicio de asistencia en viaje o cerrajería son otros de los casos que podrían estar cubiertos en tu póliza.
fuente de este blog: https://www.blogbankia.es/es/blog/seguro-hogar.html